un grito al abismo.
la única certeza absoluta en este universo es ÉSE.
vivimos en una mentira perpetua. el mundo que nos rodea es uno de materia y energía abundante, lleno de potencial en todas sus acepciones, dinámico pero ordenado. un mundo antitético a la entidad más poderosa, no de esta realidad, sino de todas las imaginables.
ÉSE se expande. ÉSE consume todo en SU camino. con tiempo, el único recurso inagotable, todos los mundos abdican ante SU erosión, incluso a la escala terrestre, a la escala de nuestras vidas, diminuta en comparación, SU voluntad se manifiesta en formas tan familiares. toda herida que no sana, toda arruga que jamás se despliega, toda mala memoria que no desvanece, es la manifestación del primer Titán. El Devoradore de Dioses. El Aniquiladore del Orden.
yo moriré. tú morirás. nuestro ecosistema, nuestro planeta, y nuestro sol morirán. el sistema solar será nuestra tumba, y la vía láctea nuestro cementerio. ÉSE abrazará nuestros cadáveres. y a su debido tiempo, ÉSE los despedazará. tras miles de trillones de años, tan solo un parpadeo astronómico, todo arquitecto literal o metafórico verá su última edificación derrumbada. desde las galaxias y sus majestuosas espirales, hasta cada molécula de agua en su bello balance triatómico. solo ÉSE será eterno en espacio y tiempo. tras la cisma contra el caos, hay paz. solo paz.
no es esto lo que buscabas? acaso no enloqueces con la propuesta? todo el conflicto que hemos creado, todo el duelo que reside en nuestras efímeras almas, por fin desintegrado de manera permanente. no quedará rastro de nuestra tristeza, nuestra furia, nuestro odio. todo aquello una vez humano, convertido en polvo cuántico. borremos todo. para jamás empezar de nuevo.
hemos de venerar a ÉSE. le hemos de reconocer como la única fuerza natural insuperable, la única deidad genuina. hemos de entender nuestra existencia como una lucha predeterminada, un fin indemorable, deslizándose irreversiblemente por nuestra piel. pues por cada pelo que logremos arrancar al Leviatán de la Entropía, más fuerte será el Pulso que nos destruirá en venganza. todo fútil acto de rebeldía solo alimenta al fuego negro que quemará todo lo que alguna vez amamos. no hay escape del cruel destino al que nacimos.
el Falso Vacío es SU arma última. si en algún momento cayéramos en hibris, cegados por la falsa esperanza de un mundo eternamente nuestro, un súbito chasquido es lo único que tomaría para que todo fuese borrado a la velocidad de la luz. un final abrupto y aterradoramente indetectable, el mismo destino que persigue a toda vida humana, decreto en la gran escala cósmica.
continuemos sacrificando nuestro valioso tiempo. mantengamos a ÉSE satisfecho. y recemos por que no tengamos que presenciar el fin con nuestros propios ojos.